vallas para lobos

Vallas metalicas y su importancia para evitar ataques de lobos

Vallas para lobos

La vida de los ganaderos se ha envuelto en recuerdos de una época cuando los animales salvajes amenazaban el sustento de alimento para las familias españolas, esto debido al aumento de la población de lobos en la Península. A pesar que el último censo de lobos oficial fue en 1988, algunos estudios comentan que habitan aproximadamente 2.800 especímenes concentrados mayoritariamente al norte del Duero.

Debido a que el desarrollo bovino, ovino y caprino también aumenta año tras año, se hace necesaria la protección del ganado con algo más que mastines. Las vallas metalicas vienen a la mente como clásicos elementos de protección; las tradicionales construidas con madera servían para evitar que el ganado se saliera del terreno seguro, pero representaban un gasto doble, pues hay que hacer mantenimiento constante y acompañarlas con perros.

Hoy en día, con el avance de la tecnología han surgido mejores vallas protectoras, las metálicas electrificadas, que no sólo evitan los ataques de lobos en un 97,5%, según la fundación Cesefor, sino funcionan como arma no letal. Esto significa que no mata a estos animales feroces, solo les da un escarmiento cuando atacan y funcionan las 24 horas del día, lo que permite que el ganadero se ocupe de resolver otras problemáticas relacionadas con el rubro.

Existen diversos tipos de vallas metalicas electrificadas; dependiendo del tipo de ganado y las necesidades del ganadero se pueden instalar de manera práctica. Son la defensa ideal contra los animales salvajes.

Algunas pueden instalarse solo al momento de acoger el ganado, es cuestión de analizar las necesidades. Sin importar esto, las vallas metálicas electrificadas de Sercomalla se caracterizan por la solidez de sus materiales, lo que se traduce en menor coste de mantenimiento, que al final es lo importante, la relación costo/durabilidad.